Los aztecas y su técnica de cultivo sobre el agua a causa de la falta de terrenos agrícolas que podría salvarnos en la actualidad
Los aztecas y su técnica de cultivo sobre el agua a causa de la falta de terrenos agrícolas que podría salvarnos en la actualidad
La
economía de la civilización azteca se basó principalmente en
la agricultura por lo que utilizaron diversos sistemas y técnicas de
cultivo como es el caso de la chinampa.
En
la sociedad azteca, el calpulli (una pequeña comunidad) no era propietario
verdadero de su parcela y ésta no se podía ni vender ni negociar; por
su parte, los nobles eran los que contaban con ese derecho, al igual que los
guerreros respecto de las tierras ganadas en las luchas.
Por
todo esto, no había muchos terrenos fértiles y los aztecas
construyeron chinampas para generar espacio para plantar su principal
cultivo: el maíz.
¿Qué son las chinampas y para qué sirven?
Luego
de que la civilización azteca tuvo una gran escasez de
alimentos, el tlatoani Acatonalli brindó al consejo de los
ancianos una técnica para poder enfrentar la situación; esta consistía
en ganar terrenos al lago con rellenos de limo y varas. De esta forma se
originaron las chinampas en la región lacustre del Valle, para producir maíz y
porotos, entre otras diversidades de cultivos.
La
fertilidad de estos islotes artificiales se encontraba asegurada ya que podían
absorber el agua a través del piso poroso que tenían. A su vez se utilizaban
las trajineras, que eran canoas que se ponían al costado de cada chinampa
y tenían la finalidad de transportar los productos que en ellas se cultivaban.
Las chinampas en un principio se encontraban delimitadas con cañas y estacas de sauces que se encontraban clavadas en el fondo. Después se alternaban capas horizontales realizadas con fango y de varillas cruzadas. Por último, les plantaban árboles que acababan de fijar el terreno.
Roland
Ebel, del Programa de Sistemas Alimentarios Sostenibles de la Universidad
Estatal de Montana (Estados Unidos), ha llevado a cabo un proyecto de
investigación para determinar en qué medida una antigua técnica agrícola azteca
podría beneficiar las necesidades hortícolas del siglo XXI.
En
concreto, Ebel examinó el uso de "chinampas" con la esperanza de
descubrir su utilidad moderna. Una chinampa es una pequeña isla artificial
construida en un lago de agua dulce (generalmente rodeado de canales y zanjas),
donde se pueden producir vegetales durante todo el año. Las necesidades de
riego de las chinampas son bajas y la productividad extremadamente alta.
Las
chinampas pueden proporcionar productos frescos a una megaurbe como Ciudad de
México y son concebibles en muchas de las áreas urbanas en crecimiento, según
los hallazgos de Ebel recogidos en un artículo de acceso abierto publicado en
la revista online ‘HortTechnology’.
El
sistema chinampa, comúnmente llamado jardines flotantes, todavía se practica en
ciertas áreas suburbanas de Xochimilco, en el valle sur de la Ciudad de México.
Estos campos elevados se construyen cavando canales y amontonando la tierra
desplazada sobre plataformas. También se pueden encontrar sistemas de huertos
elevados similares en América del Sur, Asia, Oceanía y partes de África.
En
una chinampa, el agua del canal sube por acción capilar a las raíces de las
plantas, lo que reduce la demanda de riego. Las rotaciones permiten hasta siete
cosechas en un año. Las chinampas también brindan servicios ecosistémicos,
particularmente el secuestro de gases de efecto invernadero y fomentan la
biodiversidad. Además, los beneficios recreativos son enormes: hoy en día, las
chinampas generan aún más dinero del turismo que de la producción hortícola.
El
investigador descubrió que las chinampas son uno de los sistemas de
producción más intensivos y prolíficos jamás desarrollados, y altamente
sostenibles. Se pueden mantener cultivos casi continuos, y el microclima es
favorable para muchos cultivos hortícolas, incluidos los ornamentales, que
juegan un papel cada vez más importante en Xochimilco. Incluso animales
pequeños pueden criarse en las chinampas.
Durante
el período azteca (1325-1521), el desarrollo de las chinampas se relacionó con
una alta densidad de población regional y un considerable crecimiento en las
comunidades urbanas locales. Este tipo de cultivos proporcionó a los
agricultores precolombinos un mejor drenaje, aireación del suelo, retención de
humedad durante la estación seca y una mayor fertilidad del suelo a más largo
plazo que la producción convencional.
Bibliografia:
Leticia,
2009. Blog Curioso
2019, IAGUA
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Ing. Valdivia
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